La tendencia en la logística de “última milla” se ha visto influenciada por el desarrollo tecnológico constante. Si estás integrado en el campo de la logística o particularmente del transporte, habrás escuchado o te resultará muy familiar el concepto utilizado como “última milla” o “distribución capilar”. Este concepto hace referencia al último tramo del proceso de la entrega de mercancías. Es un proceso vital en la cadena de suministros que impacta totalmente al cliente final. 

Muchas veces pensamos que cuando un producto sale del almacén logístico, la cadena de suministro queda zanjada, pero no. Hasta que el cliente no recibe su mercancía o incluso la devuelve (políticas esenciales de un e-commerce), la logística sigue formando parte de este proceso. Este último tramo suele verse impactado en muchas ocasiones ya que se precisa una buena gestión logística para poder conseguir una buena calidad de entrega y una satisfacción del cliente. 

Pueden surgir diferentes tipos de problemas logísticos durante toda la cadena de suministros, pero en la “última milla” es cuando suelen aparecer muchos más como pueden ser las demoras de almacén, de recogida, tráfico en la carretera, zonas de difícil acceso o incluso el contacto directo con el cliente. Además, tras la pandemia mundial, este tramo se ha visto muy modificado en especial al contacto directo con el cliente. Por ejemplo, imposibilidad de firmar un albarán de entrega, muchas cargas de trabajo y menos medios…

 

¿Por qué es importante controlar la «última milla» y tener una buena gestión logística de ella?

La «última milla» lo que pretende no es únicamente acortar plazos de entrega sino que también ajustar costes sobre todo en transporte y en personal a la hora de distribuir la mercancía razonablemente en zonas o sectores.

Como es de entender, cuando un paquete sale de un almacén logístico, no sale únicamente un paquete de un solo cliente. Lo que intenta un centro logístico cuando viene un transportista es llenar un camión de palets con diferentes destinatarios. Hasta ese punto todo es sencillo, pues no hay complicación alguna en llenarlo. En cambio, en la «última milla» se hace una distribución más pormenorizada. Trabajar con volúmenes pequeños es un coste difícil de calcular. En los centros de la ciudad no vemos grandes camiones llevando paquetes, pero sí muchos vehículos o furgonetas pequeñas que son las que se encargan de distribuirlas y llegar al cliente final. Este cliente va a valorar en solo unos minutos, la cadena de suministro al completo.

Es impactante, pero es la realidad. El cliente siempre va a valorar un servicio dependiendo del trato final. Si el cliente recibe el paquete en las condiciones y la fecha indicada, el cliente estará satisfecho y la cadena de suministro será valorada positivamente. No hablamos de calidad del producto del interior puesto que eso ya depende más de la marca y no tiene nada que ver con la logística y el transporte, pero sí de las condiciones en las que ha llegado y se ha recibido o incluso comunicado con el cliente. 

 

¿Cómo podemos mejorar las entregas en la “última milla”?

Optar por hacer entregas utilizando centros de distribución en el último tramo del trayecto siempre es una buena opción. Además, el e-commerce sigue creciendo por lo que la distribución correcta de la «última milla» va a seguir siendo vital y más exigente. 

Los plazos de entrega de los productos son cada vez más reducidos y el cliente como hemos dicho anteriormente, exige ese cumplimiento. La logística de un negocio debe ser por lo tanto, muy bien estudiada y optimizada. 

Os dejamos algunas claves para poder optimizar la «última milla»:

  1. Considera tus principales clientes para localizar tu almacén logístico: los costes de transporte en general, son elevados. Analiza bien quién son tus clientes y dónde se ubican para poder conseguir la distancia más reducida posible no solo en la «última milla» si no que también desde el almacén al centro de distribución.
  2. Optimiza las rutas: Tener los datos más detallados posible de los clientes, saber las rutas que hay cortadas o de difícil acceso, tráfico o incluso códigos residenciales necesarios para la entrada de una residencia son claves para minorizar costes.
  3. Piensa en el tipo de embalaje o paquetería utilizada para tus productos. No es lo mismo transportar un producto de grandes dimensiones y muy frágil que un producto que requiere refrigeración. Piensa en ello, piensa en tus clientes y decide realmente lo necesario no solamente para reducir los costes que puedan tener de transporte, si no que también la dificultad de ser entregados.
  4. Contrata un seguimiento de pedidos. Es de vital importancia contar con un seguimiento del pedido. Saber en qué estado se encuentra el pedido/paquete para poder tratar incidencias o consultas podrían ayudarnos a solucionar muchas de las dificultades que la «última milla» supone.

ARIES LOGISTIC tiene claro que la cadena de suministro acaba una vez el cliente está satisfecho. ARIES LOGISTIC es una empresa que se ha destacado desde el 1994 como operador logístico en Barcelona. El principal y más importante de sus objetivos es la satisfacción de los clientes.

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